Fin de año tranquilo
Pocos heridos por pirotecnia o en accidentes viales
Hacía varios años que los sanrafaelinos no pasábamos las fiestas navideñas y de fin de año sin lamentar acontecimientos trágicos. Las medidas de control adoptadas por las autoridades para realizar controles a automovilistas y la utilización de pirotecnia, dieron buenos resultados, al menos en nuestro departamento. Esto hizo que a la guardia de urgencias del hospital público no llegaran, como otros años, heridos por ambas causas, salvo un par de casos originados en las clásicas reyertas que motoriza el abuso de alcohol.En Navidad sólo se produjeron dos heridos por pirotecnia y tres accidentados en choques, un número ínfimo comparado con los del año pasado. Aunque no trascendieron los resultados de los controles de alcoholemia en la zona de boliches y confiterías bailables, una fuente señaló que "los muchachos se han cuidado de beber en demasía, al menos los que conducen, y salvo algunos 'loquitos' que toman la calle como si fuera el autódromo, la mayoría tuvo un comportamiento que debería mantener el resto del año".
AGRESIONES
Tampoco hubo que lamentar demasiadas personas heridas en reyertas como sucede para estas fiestas, teniendo en cuenta que al nosocomio solo ingresaron dos lesionados de arma blanca (ver nota aparte), y una persona joven que se habría cortado con los vidrios de una ventana luego de aplicarle un puñetazo. Éste fue identificado como Raúl Valdés, de 28 años, domiciliado en San Juan 445, quien en una vivienda de calle Dorrego al 1300 golpeó con su mano una abertura rompiendo el vidrio y produciéndose un profundo corte.
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02-01-08 / 08:00 hs
Milagros es la primera bebé de 2008
Apenas habían transcurrido tres minutos del flamante 2008 cuando la pequeña Milagros aspiró la primera bocanada de aire y emitió los primeros berridos de su vida en medio del bombardeo de la pirotecnia que empezaba a sacudir la noche sanrafaelina.Ayer, ya más tranquila, Silvana Ibarra de 28 años dialogó con nuestro diario para contar que ella y su marido llegaron de Guaymallén y actualmente viven en barrio El Molino con los otros cinco hijos del matrimonio.Su marido se llama Carlos Castro y es changarín, por lo que la situación económica que enfrentan es bastante precaria. Los responsables de atender el nacimiento fueron la obstetra Beatriz Bernocco, el médico Jorge Sambrizzi, el neonatólogo Sandro Suony y las enfermeras Eva Chavero y Cristina Monsalve.El segundo bebé del año nació a la 1.39 en el Hospital Español, también fue una nena y pesó 2 kilos 700. La mamá se llama Sandra Ceballos, tiene 19 años y vive en Atuel Norte. En este caso, los encargados de atender el parto fueron el doctor Hugo Yamil Sat, el neonatólogo Marcelo Herrera y la enfermera Nadia Liria.
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