Son Guaymallén, San Rafael, Maipú, Las Heras y Godoy Cruz. Hay malestar en la oposición porque los cuatro primeros municipios son gobernados por el PJ. A quiénes alcanzará la operatoria que lanzó la Nación.
Guaymallén, San Rafael, Maipú, Las Heras y Godoy Cruz son -en ese orden- los cinco departamentos que mayores necesidades habitacionales poseen de acuerdo con el Instituto Nacional de la Vivienda. Por este motivo, recibirán -en conjunto- el mayor porcentaje en la repartija del plan de 5.500 casas con dinero de la Anses que se planea realizar de aquí a tres años como una de las apuestas fuertes del Gobierno nacional y provincial en vistas a octubre. El hecho de que las primeras cuatro privilegiadas posean caciques justicialistas y sean importantes puntos electorales ya ha comenzado a levantar polvareda, sobre todo entre las comunas opositoras.El porcentaje y las necesidades que le corresponden a cada municipio están estipulados en función de un coeficiente por coparticipación que se calcula a partir del último censo de población y vivienda. Así, Guaymallén -el departamento más populoso- encabeza la lista con el 14%, mientras que Godoy Cruz está último en el top five, con un total del 9%, a pesar de ser el segundo distrito con más habitantes de la provincia (ver aparte).Aunque desde el IPV aseguran que este criterio se utiliza desde el '93 -cuando se descentralizaron los planes de vivienda- el director de Vivienda de Godoy Cruz -Alejandro Abraham- no está de acuerdo con esa afirmación y asegura que le "extraña" que su comuna ocupe el quinto puesto cuando el departamento posee unos 6.000 inscriptos y es el sitio en donde más villas existen. Eso por no mencionar que es el segundo departamento que más recibe de coparticipación, según datos de 2008 del Ministerio de Hacienda. "Antes no se utilizaba ese criterio pero esperaré a que los responsables del IPV me den explicaciones sobre el tema ya que no entiendo cómo podemos estar quintos", dijo el funcionario. Para el hombre, no obstante, lo peor del caso radica en el tamaño de las viviendas. En su municipio existen 1.000 proyectos priorizados que están destinados a casas de clase media que compraron su lote o elaboraron sus proyectos pensando en una casa de 62 m2 y no de 53 m2 como las que se plantean en la actualidad. "En nuestro caso, además, le hemos dado preferencia a las propiedades horizontales porque el terreno acá es más caro. El tema es que no tienen posibilidad de ampliarse", destacó a la espera de poder reunirse con los responsables del IPV para saldar sus dudas y las de sus contribuyentes.Pero más allá de las suspicacias de que el departamento cobista haya quedado al final de los más grandes y con mayores necesidades, lo cierto es que todas las comunas deberán apurar su carrera para poner sus papeles en orden y lograr el financiamiento prometido por la Nación. En este sentido, desde Las Heras y Guaymallén -dos de los municipios puntales- explicaron que estaban terminando de ponerse al tanto sobre los detalles del plan para saber en cuánto tiempo podrán cumplir con el pedido de la Provincia. La idea, en principio, es llegar a los primeros días de marzo con unas 2.000 propuestas en la mano.De lo contrario, la principal promesa de este año corre el riesgo de diluirse en el aire para quienes no cumplan con la presentación de sus correspondientes proyectos. Es que la Provincia no está dispuesta a ceder un centímetro de esas viviendas por lo que irá privilegiando aquello que esté listo para licitar. Esto no implica que un departamento se termine quedando con casas que no le corresponden, ya que la balanza se iría equilibrando a lo largo de los tres años, según Carmelo Simó, director del IPV.
Atlético San Luis recibirá esta noche a Deportivo Chilecito de San Carlos con la consigna de ganar para comenzar a cumplir con los pronósticos que lo ubican como el favorito del grupo 15 del Torneo del Interior.El encuentro comenzará a las 21.30 y se jugará en el estadio de Huracán de San Rafael.
SAN RAFAEL– Una costumbre que se extiende cada vez más en el verano sanrafaelino preocupa a Irrigación y sus regantes. Se trata de los jóvenes que se bañan en los canales de riego que atraviesan la ciudad y que hacen grandes tapones para formar piletas, restringiendo el agua destinada a productores y, en ocasiones, provocando destrozos en los canales.La imagen no es novedosa para ningún habitante de este departamento. Grupos de jóvenes y niños merman su calor bañándose en los canales, pero no sólo eso, sino que para lograr tener el agua estancada realizan tapones que obstruyen la corriente.Bañarse en los canales está prohibido por una ordenanza que no se hace cumplir, pero poco y nada se hace para evitar estas situaciones. El último mal ejemplo que demuestra esto se vivió el miércoles en un sector del canal Cerrito, que pasa por la calle Rawson, justo en la intersección con Urquiza.Allí unos bañistas primero cortaron una gran parte del tronco de un árbol, limaron sus puntas y, tras romper unos caños del canal, lo atravesaron de lado a lado para crear su propia “represa”.“Es un problema que se repite en lugares como las calles Rawson, Urquiza, 12 de Octubre o Tirasso y Chacabuco. Todos los días tenemos problemas con taponamientos”, comentó Federico Liseno, jefe de Gestión Hídrica del Departamento General de Irrigación.Igualito a los castoresEn la naturaleza, los castores son famosos por su laboriosidad y capacidad para construir diques con ramas y hojas. Algo parecido es lo que sucedió entre el martes y el miércoles en el canal Cerrito, a la altura de calle Rawson.“Es insólito, la gente ha roto el hormigón con el objetivo de atravesar palos para darle más resistencia al taponamiento”, contó Liseno.Mientras retiraban el “dique”, los empleados de Irrigación contaron que a ellos se les hace muy difícil intentar evitar esta situación, ya que suelen ser amenazados. “Tiran piedras y hemos tenido rotura de parabrisas”, señaló Liseno.El mayor perjuicio por estas acciones lo sufren los regantes que pagan por su turno de agua, ya que las obstrucciones en estos canales los dejan sin agua para sus fincas, por lo que pierden el turno, que recién vuelven a tener en siete días.“Sufren disminución o corte de agua por cuatro o cinco horas, más allá del daño al canal, el agua en la calle y el riesgo que corren los propios bañistas”, explicaron los empleados de Irrigación al enumerar los inconvenientes.