Discapacitados cruzarán la cordillera de los Andes en bici
– “El deporte es salud, y yo lo puedo decir porque estoy mucho mejor desde que lo hago”, afirma Marcos Balmaceda, uno de los chicos con capacidades diferentes que emprenderán un desafío de vida: 
cruzar a Chile en bicicleta a través de la cordillera en un viaje de tres días.La expedición –que comenzará el 29 de enero y concluirá el 3 de febrero– será integrada por 15 chicos con diversas discapacidades: ciegos, con diferentes grados de retraso mental, con parálisis cerebral y sordos.
cruzar a Chile en bicicleta a través de la cordillera en un viaje de tres días.La expedición –que comenzará el 29 de enero y concluirá el 3 de febrero– será integrada por 15 chicos con diversas discapacidades: ciegos, con diferentes grados de retraso mental, con parálisis cerebral y sordos.Serán más de 200 kilómetros de pura bicicleta en los caminos montañosos de los Andes, a través del paso Pehuenche. Varios de estos “atletas” irán acompañados por sus padres, ya que no consiguieron guías.La travesía dará inicio en forma simbólica el 28, cuando partan desde el centro de San Rafael, aunque en realidad luego irán en auto hasta Bardas Blancas (Malargüe), donde a las 8 del 29 comenzarán el cruce a Chile.“Es una satisfacción que las personas con capacidades diferentes puedan demostrar a la comunidad que ellos también pueden hacer una travesía de este tipo”, dijo Alejandro Dávila, profesor a cargo del grupo.Algunos miembros del grupo (la mitad) ya completaron este desafío por primera vez el año pasado. Aunque ellos aseguran tener “los mismos nervios” que entonces.“Van no videntes, con retardo mental, parálisis cerebral, y va un papá llevando a su hijo con parálisis cerebral que está en silla de ruedas; lo va llevar en su bicicleta adaptando una silla de rueda a modo de carro para que pueda cruzar”, contó Dávila.Una de las dificultades más grandes de los chicos con problemas visuales es que les es muy difícil encontrar un guía y que esté para los entrenamientos.Para este viaje, durante el año se prepararon en caminos similares a los que encontrarán en la cordillera. Recorrerán un promedio de 70 kilómetros por día.“El año pasado lo hice y nos divertimos un montón, nos agarró lluvia y granizo. Me halaga poder hacer esta travesía, son cosas que uno no puede explicar, tiene que vivirse de la parte de adentro de los chicos; hay que poner una cuota más de entusiasmo para llegar a la meta”, señala Marcos Balmaceda.
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